A LA ORILLA DE UN RÍO
una doncella
bordaba
pañitos de oro
para la
reina.
En lo mejor
del bordado
le faltó
seda.
Pasó un
vendedor de seda:
-¿Quién
compra seda?
-¿De qué
color es la seda?
-Azul y
blanca.
-¿A cómo
vende la seda?
-A tres
cincuenta.
Mi padre es
un pobre viejo
no tiene
nada,
de tres
hermanas mías,
la mejor de
ellas.
Se la
llevaron lejos
de
prisionera
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